En 1922, frente a la plaza Trouville, en una rudimentaria canchita de básquetbol, se fundó el primer club del barrio y una de las instituciones con más historia del básquetbol uruguayo, el Club Trouville.
Trouville es un club tan particular que no se sabe de dónde ni cuándo se fundó, pero desde el primer día moldeó una identidad única e inconfundible. Después de distintas investigaciones realizadas por los primeros dirigentes del club, en una reunión directiva que se celebró el 20 de setiembre de 1954, se estableció como primer día del club el 1 de abril de 1922.
Descendiente del club Southampton y representante de una comunidad única e irrepetible, Trouville siempre estuvo afincado en Pocitos. Sus comienzos fueron marcados por el atletismo, del que fue cuna de campeones Sudamericanos y Nacionales, y la institución se identificó con los tres «Carlitos»: Carlos A. Lussich Márquez, Carlos De Castro Perez y Carlos Piñeyro Chain.
En 1928 se afilió a la Federación Uruguaya de Básquetbol, y marcó a fuego su identidad, tan fuerte y capaz de revolucionar esta disciplina en Uruguay. Con la visión del entrenador Héctor López Rebolledo, desde Trouville el básquetbol uruguayo abandonó las influencias futboleras que marcaron una época (se jugaba con dos back y tres delanteros), para incursionar en el juego de habilidad y destreza que se desarrollaba en Estados Unidos.
Impulsor de la transformación en Uruguay, que se vio reflejada en la selección, Trouville tuvo la mejor generación de su historia, que fue protagonista a lo largo de toda la década del 1940, en la que conquistó el Invierno y torneos internacionales en Argentina y Chile en 1944, el Federal en 1945 y el Nacional en 1946.